Si bien es difícil realizar una categorización que sea terminante, ya que muchas veces la suavidad o no de un vino está dado por otros factores que van más allá de la cepa con que está hecho, podemos atrevernos a confeccionar una escala con las uvas más conocidas, desde la más suave hasta la más fuerte. Ese esquema sería el siguiente:
 
1.    Pinot Noir: De origen francés y de taninos suaves, constituye un vino muy suave y fácil de tomar, el más suave de los tintos. Ideal para combinar con carnes suaves o quesos no muy maduros. En nuestra opinión personal, la mejor opción tinta para acompañar pescado o sushi.
2.    Carménère: Cepa emblemática en Chile, suave, con aroma a frutas, muy agradable al gusto por su suavidad. Es ideal para combinar con pastas o aves como pavo o pollo e incluso algunos pescados.
3.    Merlot: El más fuerte de los denominados suaves, con aromas a chocolate o tostado,  ideal para acompañar pastas, carnes de ave o carnes rojas sin demasiado condimento.
4.    Malbec: Podemos decir que quizá sea la cepa bisagra entre los suaves y los vinos más fuertes, inclinándose hacia estos últimos. Son vinos complejos que no pierden sus notas frutales, ideales para acompañar quesos maduros como el azul o carnes rojas con más condimento e incluso algunos platos picantes.
5.    Syrahmás intensa que todas las anteriores, puede ser considerada dentro de las cepas fuertes. Vinos sofisticados y generalmente con buen potencial de guarda, ideales para carnes rojas y pastas con salsas de gran elaboración.
6.    Cabernet Sauvignon: Se conoce como la reina de las uvas tintas y es la más fuerte de todas ellas. De aromas intensos, se destaca por el alto contenido de frutos rojos, un aroma a cuero o tabaco. Es el vino mejor posicionado para acompañar platos picantes o muy condimentados.
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