En la zona del puerto de la ciudad balnearia, Lo de Fran se ha posicionado como uno de los lugares de culto de los amantes de la gastronomía de orígenes marítimos, con opciones variadas y una carta de vinos de profunda diversidad, para que cada paladar encuentre la armonía deseada.

por Diego Horacio Carnio

Por la mañana, apenas arribados a Mar del Plata, dejamos las maletas en nuestros aposentos del Hotel Costa Galana y salimos a caminar siguiendo la costa del mar en dirección al Puerto. La idea era rememorar algunos de los paseos típicos de aquellas vacaciones de mi cada vez más lejana infancia, en la que están muy presentes las postales de los amarillos barcos de pescadores, de la colonia de lobos marinos y del Cristo San Salvador de la Escoellera. Además, el itinerario matutino incluía la reserva de una de las mesas de Lo de Fran Cocina de Mar, acogedor lugar que en los últimos años supo convertirse en un ícono culinario de «La Feliz».

Lo de Fran es un restaurante que rinde culto al mar y los productos que los barcos traen de sus profundidades. Su nombre refiere a su creador y chef Francisco Rosat, nacido en la ciudad balnearia, donde desde muy joven comenzó a cocinar y a descubrir de a poco el mundo de la gastronomía. Su formación continuó primero en Buenos Aires y luego en Europa, dónde estudió y cocinó en el País Vasco, tanto en Bilbao como en San Sebastián, lo que explica de alguna manera las reminiscencias vascas en los sabores logrados.

Tras un itinerario de varios años que incluyó Madrid, Barcelona, Tenerife y varias ciudades alemanas, Rosat regresó a la tierra que lo vió nacer y fundó, no sin complejidades, el restaurante sobre el que hoy escribimos y sobre el que viene hablando todo el mundo desde que abrió sus puertas en 2019.

Sobreviviente de la pandemia, Lo de Fran ofrece productos frescos, muchas veces atrapados por los anzuelos de los pescadores deportivos y elegidos por la mano sabia de su alma máter. En la carta, tanto las entradas como los principales, son simples y sublimes evocaciones a los dominios marinos de Poseidón, tratados bajo el concepto de mínima intervención para conservar casi intactas las propiedades de los productos que llegan desde el mar a la mesa.

Entre las seductoras entradas, optamos por sus afamados Chipirones a la Plancha y las gloriosas Vieiras Acevichadas a las Brasas, dos platillos que ya son clásicos de la casa. Para quien guste de otros comienzos, la diversidad juega a favor y se pueden optar por estupendas versiones de Almejas en Salsa Verde, Mejillones a la Marinera o los siempre ricos Langostinos Fran. Los Tiraditos, ya sean de Atún Rojo o de Pez Blanco, son otras opciones seductoras para iniciar la velada.

Entre bocado y bocado, entre sorbo de vino y trago de agua, el comensal curioso podrá pispear a través de la barra cómo es el funcionamiento de la cocina, donde los fuegos cobran protagonismo. El ambiente del restaurante acompaña el concepto gastronómico del proyecto y se muestra casi minimalista, con una decoración sobria y los sonidos de fondo típicos de una cantina o de un bodegón, con charlas de mesas ajenas que arriban a las costas de los demás parroquianos, dándole al lugar un aspecto sonoro y ambienal que nos remite, por momentos, a los viejos restaurantes de barrio, donde lo funcional no era la música, sino las voces de las personas.

En la sección de platos principales uno puede dejarse seducir por el Pulpo -plato que alguna vez disfrutó en estas mesas el mismísimo Diego Armando Maradona-, el Penne Rigate con Chistorra, Mejillones y Azafrán o la Parrillada Mixta de Pescados. En mi caso, me dejé llevar por mi debilidad por los arroces y ordené porciones del recomendado Arroz Negro, servido en paellera de hierro y acompañado de distintos frutos de mar.

La carta de vinos no es un tema menor en Lo de Fran, sino que su creación ha llevado tiempo y meditación. En ella encontramos vinos tintos, blancos, rosados, naranjos y espumosos de todas las regiones vitivinícolas más significativas. Hay cepas tradicionales y otras que no lo son tanto, sobre todo entre los vinos blancos. Elegí maridar el almuerzo con un vino Naranjo de Solito Va Wines, proyecto personal del winemaker Leandro Velázquez que se realiza a partir de uvas Pedro Giménez cosechadas en viñedos ubicados de La Consulta, en el Valle de Uco mendocino.

Cada bocado es un placer en Lo de Fran, sitio al que volveremos en cuanto tengamos oportunidad de pisar nuevamente las calles marplatenses.

Lo de Fran se encuentra en Av. De los Trabajadores 171Mar del Plata, provincia de Buenos Aires. El restaurante abre de martes a domingos de 12:30 a 15 horas y de 20 a 01 horas, y los lunes de 20 a 00 horas.