Adentrarse en el mundo de las botellas es toda una aventura, llena de formas, tamaños, colores e historias que hacen de su recorrido un nutrido derrotero de datos y anécdotas que se remontan a tiempos muy lejanos… ¿Viajan conmigo?

por Diego Horacio Carnio para www.elperfectovino.com

El contenido es anterior a su envoltorio

No es nada desconocido que el consumo de vino data de mucho antes de que se fabricaran las primeras botellas e incluso, de mucho antes de que se conociera el vidrio. Los primeros recipientes para transportar líquidos, entre ellos el vino y también la cerveza, fueron hechos con calabazas, con piel de cabras y con otros elementos hoy impensados para tal fin. Los vestigios más antiguos de la existencia del vino datan del Neolítico y fueron hallados en las inmediaciones de los Montes Zagros, en lo que alguna vez se conoció como Persia, hoy territorio que comparten Irán e Irak.

En el mismo sentido y según arqueólogos especializados, la primera bodega que existió en el mundo y que funcionó como tal fue Areni I, tuvo sede en Armenia y se sitúa temporalmente en las proximidades del año 4.100 a.C., mucho antes de que Europa vea nacer sus primeras bodegas en Alemania y Francia, entre los años 817 y 1000 d.C. Entre una fecha y la otra proliferaron los viñedos, sobre todo extendiéndose junto al Imperio Romano primero y junto a la religión cristiana después.

El emerger del vidrio

Podemos hablar de la existencia del vidrio desde el 3.000 a.C. cuando en la milenaria y poderosa Siria, vieron nacer la primera pieza de ese noble material, aunque para que su difusión fuera significativa, hubo que aguardar unos 1300 años, hasta que el vidrio empezara a ser trabajado mediante diversos métodos en Asia y en el Viejo Mundo. Rápidamente, los romanos tomaron la delantera para ubicarse como los más afamados artesanos del vidrio soplado. De hecho, la acuñación del término “vidrio” fue adjudicada a los súbditos del César, quienes utilizaron esa palabra por primera vez en la historia. Así y todo, pese al emerger del vidrio, los vinos griegos y romanos continuaban trasportándose en ánforas de barro o en pequeños recipientes de madera debido a que el vidrio soplado era muy frágil –y sigue siéndolo aún- por lo que sólo se lo utilizaba en las grandes festividades, cuando el fruto de la vid era vertido en botellas que únicamente se utilizaban engalanar las reuniones organizadas por los ricachones de la época y bendecidas por el mismísimo Baco -los famosos bacanales-.

Las primeras botellas

Recién en el siglo XVII, los hornos a carbón permitieron obtener las altas temperaturas que el vidrio necesitaba para hacerse más grueso, oscuro y fuerte. Más tarde, con la invención del corcho de alcornoque, todo estaba listo para que las botellas ocuparan el importante rol que iban a tener de allí en adelante. Si tuviéramos que determinar un año para situar el nacimiento de la botella de vino, ese año sería 1657. Sin estandarización alguna, durante muchísimos años las botellas carecieron de uniformidad y sus formas deformadas oscilaban entre una panza ancha y un cuello alargado.

No fue hasta 1821 cuando la firma H. Ricketts & Co. Glass Works Bristol patentó el método que permitía elaborar botellas de vidrio de forma mecánica y continuada, siendo el primer exponente de las botellas industriales que hoy son parte cotidiana de nuestras vidas y que podemos encontrar en cualquier supermercado.

Las botellas a través de sus tamaños

A ningún lector le causará asombro el hecho de que la botella de vino más común en nuestros tiempos es la de 750 ml., llamada comúnmente Botella Standard.  Tampoco lo sorprenderá saber que existen muchos otros tamaños, menos utilizados pero más llamativos y exclusivos. Lo que quizá sí genere sorpresa en los aficionados al vino y a los datos curiosos, son los nombres que llevan esas botellas, sus dimensiones y la capacidad de vino que podían contener. Observemos la siguiente tabla:

  • Piccolo (187 cm3)
  • Chopine (250 cm3)
  • Media botella o Demi (375 cm3)
  • Botella de medio o  Jennie (500 cm3)
  • Clavelín (620 cm3)
  • Botella estándar (750 cm3)
  • Mágnum (1.5 litros)
  • Marie Jeanne (2.25 litros)
  • Doble Magnum o Jeroboam (3 litros)
  • Réhoboram (4.5 litros)
  • Imperial (6 litros)
  • Matusalem (6.4 litros)
  • Salmanazar (9 litros)
  • Dame Jeanne o Dama Juana (10 litros)
  • Baltasar (12 litros)
  • Nabucodonosor (15 litros)
  • Salomón o  Melchor (18 litros)
  • Primat (27 litros)
  • Melchizedec (30 litros)

Algunos de los tamaños anteriores son impracticables a la hora de pensar en un servicio. Si ya es complicado manipular una Doble Magnum, imaginen simplemente la tortura que puede significar para un sommelier realizar un servicio con una Matusalem o una Nabucodonosor. Ni hablemos con una Primat o una Melchizedec. Pero en contra de quienes descreen en las virtudes del tamaño, debo decirles que las tienen, sobre todo y principalmente en relación con la guarda del vino. A mayor tamaño y contenido, mejor será la evolución y mayor el tiempo de guarda, pero más sufrido será el intentar servir prolijamente una copa, aunque existan mecanismos para facilitar esta acción.

No está de más en este párrafo agregar que la capacidad de la Botella Standard tiene que ver con el sistema de medición inglés y que equivale a un quinto de galón. Además, en 1979, EEUU estableció por ley que el tamaño estándar para una botella de vidrio era de 750 ml. La Unión Europea adoptó, por razones comerciales, el mismo estándar, dándole entidad jurídica y mercantil a lo que ya era un hecho consolidado: el uso casi universal de la Botella Standard como recipiente más común para el vino.

Las botellas y los colores

El color también juega su partido si a botellas de vino nos referimos. Para los tintos y algunos blancos y espumosos, generalmente se utilizan tonalidades oscuras, que tienen que ver con la protección que esas gamas que van de verduzcas a marrones protejan al vino de los rayos solares y de la luz artificial. La mayoría de los vinos blancos, rosados y naranjos se envasan con botellas traslúcidas, que otorga importancia a visualizar la limpidez del contenido por sobre la protección ante la luz debido a que estos vinos son pensados para un rápido consumo y no para la guarda por años y años. Hay otros tonos que se utilizan alternativamente en las botellas de vino. Uno de ellos es el azul, marca muchas veces distintiva de los vinos alsacianos o del Rhin, como lo son los afamados Riesling o Gewürztraminer. Más raros, pero a veces usados, son los colores caramelo y amarillo, pero se relacionan más con ediciones limitadas, con cuestiones de marketing o intervenciones artísticas.

Las botellas por formas y regiones

Quizá las botellas Bordolesa y Borgoña sean las más usadas en el mundo -sin dudas lo son en la Argentina-, aunque en los últimos años otros formatos han empezado a adornar los anaqueles de vinotecas y supermercados. ¿Recorremos sus curvas?

La botella Bordelesa es la más común en todo el mundo y procede de la región francesa de Burdeos. Tiene los hombros bien marcados, para que se deposite en ellos la borra que el vino produce cuando en posición recostada decanta sedimentos.

Otra muy habitual en los mercados es la Borgoña, de hombros más caídos que la anterior y base más ancha. Es el tipo de botella más antigua de todas las conocidas y su nombre procede de la región homónima en Francia. Muy utilizada para los elegantes y delicados Pinot Noir, cada vez se presta más para otros cepajes y cada vez es más común en las mesas hogareñas.

Las botellas de tipo Rhin son típicas de Alemania, se emplean principalmente para los vinos de las regiones a orillas de ese famoso río teutónico y albergan a sus afamados Riesling. También se emplea para embotellar vinos blancos en muchas otras partes del mundo y nuestro país no es la excepción. La botella Alsaciana es alargada y estrecha, muy similar a la tipo Rhin, pero exclusiva de algunos vinos franceses.

Las botellas de espumosos son fácilmente reconocibles por su fisonomía, por el mayor grosor del vidrio con el que están hechas y por la forma de la boca de la botella, que presenta dos hendiduras pronunciadas. Frecuentemente se denominan botellas Champagne y su grosor está en relación a la capacidad y fortaleza necesarias para contener aquella bebida burbujeante y a veces, explosiva. La misma bebida que hizo exclamar al monje Dom Perignon, su descubridor según las crónicas más difundidas, “Estoy bebiendo estrellas”, es la que porta como insignia el formato de botella reconocible en todo el globo.

Otra botella emblemática es la que proviene de la Toscana italiana, más precisamente de la zona de Chianti y que podemos reconocer fácilmente por la cesta de paja tejida que la envuelve desde su Ecuador hacia su base. Su historia tiene origen en la necesidad de proteger la botella para resistir largos viajes. Por diversas razones, estas botellas comenzaron a ser relacionadas con vinos de mediana calidad y con el evidente juego de palabras en italiano que provocó que a la botella característica de Chianti se le denominara “fiasco”, palabra que significa fracaso o decepción. Por este motivo, la región comenzó a privilegiar el uso de botellas resistentes y eliminar el mimbre para posicionarse en el gusto de conocedores en todo el mundo.

Otra botella es la Jerezana, que debe su nombre a la región de Jerez de la Frontera. Se emplea principalmente para vinos generosos andaluces y también para algunos licores portugueses, como el Porto. Presenta una forma similar a la bordelesa, pero con el cuello y los hombros más anchos.

Menos conocidas son otras botellas. Entre ellas, la Bocksbeutel o Cantil –en la Argentina conocida como Caramañola– es la más llamativa de todas por su peculiar forma redonda y aplanada que recuerda a las primeras botellas de vidrio utilizadas en la historia. Se emplea en vinos de la región vitícola alemana de Franconia y también en algunos vinos italianos, griegos y portugueses. Por su parte, la botella Tokaj es exclusiva de estos vinos dulces de Hungría. Presentan un cuello largo y un cuerpo cilíndrico y su volumen es menor al habitual, oscilando entre los 187.5 y 500 ml.

Otras particularidades del mundo de las botellas

Las hay más livianas y más pesadas, con tapón de corcho, tapa a rosca y hasta tapón de vidrio. ¿De qué depende la elección de cada elemento? A cuestiones de marketing en parte, pero mucho tiene que ver con las características del vino que cada botella contiene e incluso hasta con el cuidado del medio ambiente y el costo final del producto.

Las botellas más livianas utilizan, obviamente, menos vidrio, son más baratas, producen un menor daño ecológico y suelen utilizarse para vinos jóvenes o pensados para consumir en los dos años siguientes a su cosecha. Botellas más pesadas se destinan, generalmente, para vinos de media y alta gama.

En cuanto a los tapones, si bien mi preferido es el corcho, debemos decir que ninguno de los formatos altera el producto. El más utilizado es el tapón de corcho de alcornoque de diferentes calidades desde los de pieza única hasta los reciclados y es un mundillo tan vasto que merece un artículo exclusivo para dar nota de sus características. El corcho permite, a diferencia de la rosca o el vidrio, una microoxigenación que se vuelve muy importante y necesaria para que los vinos de guarda evolucionen. La tapa a rosca carece de ese detalle, pero como la mayoría de los vinos que existen en el mundo no fueron pensados para la guarda, se ha convertido en un tapón muy cómodo y confiable, que posibilita evitar cualquiera de las enfermedades del corcho que dañan al vino y que suelen ser, estadísticamente, el riesgo mayor a la hora de hablar de defectos del vino. La tapa a rosca, que ha cobrado un impulso muy grande en los últimos años, permite ganar en practicidad y cuidar el medio ambiente, sobre todo ante los riesgos que implica la explotación del alcornoque, especie presente en Portugal y alguna otra zona europea, cada vez más amenazada por su uso intensivo. También se usa, muy poco por cierto, el tapón de vidrio. Éste suele ser un uso vinculado a aumentar el status de la botella o jerarquizarla mediante un efecto estético que puede generar ante algunos ojos una sensación de mayor fineza o elegancia.

La base convexa de las botellas, también llamada picada, es otra diferencia visible y que despierta muchos mitos. Esa cavidad no tiene que ver con la calidad del vino que cada botella lleva dentro, aunque es habitual que en vinos de alta gama y botellas pesadas o importantes sea más profunda, mientras en muchos vinos de mesa o líneas de entrada, esa curva ni siquiera existe o es casi imperceptible. La verdadera razón de ser de ese hundimiento en la base de las botellas es histórica y surge a partir de ocultar el punto de cierre de las botellas hechas bajo la técnica del soplado, el cual podía alterar si no se hundía la estabilidad del recipiente. Cuando a partir de 1821 y como contábamos en párrafos anteriores, la botella se comienza a fabricar en serie, conserva esa concavidad, la cual recién empieza a desaparecer con la renovación tardía de las tecnologías aplicadas a la industria del vidrio, en distintos momentos del siglo XX.

En la actualidad

Las botellas en todas sus formas, colores y nomenclaturas, sigue imponiéndose como el recipiente predilecto a la hora de envasar el vino, manteniéndose incólume ante la aparición de otras opciones, como el surgimiento del plástico, las latas de aluminio, el tetra brik o las flamantes bag in box. Indudablemente, hay una mancomunión entre la botella de vidrio y el imaginario del bebedor que supera modas y tendencias y permite que, más de 1.500 años después, la botella en cualquier de sus formatos siga ocupando el trono de los envases en el reino del vino.

Fue muy útil la información encontrada en:

https://angelyvino.blogspot.com/

https://conchaytoro.com/blog/botellas-de-vidrio-la-historia-de-un-companero-casi-inseparable-del-vino/ por Ania Smolec

https://www.vinetur.com/2021121067260/las-12-bodegas-mas-antiguas-del-mundo-un-viaje-por-la-historia-del-vino.html por Aarón Guerra

https://www.bodegasbianchi.com.ar/blogs/blog/que-tipos-de-botellas-de-vino-existen

https://www.animalgourmet.com/2017/06/08/historia-fama-canasta-chianti/https://angelyvino.blogspot.com/

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